viernes, 19 de febrero de 2010

El cuidado de los zapatos

Hoy en día casi nadie se preocupa demasiado del cuidado de los zapatos que usamos a diario. Digamos que los compramos, los usamos una temporada y luego los tiramos. Atrás quedaron los tiempos en que unos zapatos tenían que durar varias temporadas y había que limpiarlos, guardarlos en condiciones para que no se deformasen de un año para otro, y si se rompían... arreglarlos ¿No os acordáis ya de cuando la gente llevaba los zapatos al zapatero para cambiarle las suelas?
Yo le llamo a esto el fenómeno Zara: Comprar, usar y tirar...

Claro que, esto lo hemos podido hacer por el aumento tan espectacular del nivel de vida de los últimos años. Sin embargo, parece que ahora con el tema de la crisis empezamos a tirar menos y a reciclar más, y como consecuencia hemos vuelto a resucitar profesiones prácticamente desaparecidas como la de zapatero remendón ...y también, cosa curiosa, a comprar más cosas de segunda mano. jeje!

En fin volvamos al tema que nos ocupa, el cuidado de los zapatos.

Cepillado: Conviene cepillar los zapatos de piel al menos una vez a la semana si los usamos habitualmente. Los zapatos de fiesta, conviene cepillarlos después de usarlos y antes de guardarlos. Para los zapatos de gamuza conviene usar una espuma especial y un cepillo duro para separar las fibras que estén apelmazadas.

Secado: En caso de que a causa de la lluvia o la nieve se nos moje el zapato debemos introducir rápidamente las hormas en su interior para que no se deformen, colocarlos de lado y dejarlos que se sequen durante un día.

Zapatos de deporte: Si son de piel o sintéticos, no los laves con agua, mejor usa una espuma especial que limpian y nutren el forro. Revísalos periódicamente para ver que no se despeguen. En cuanto veas que se empiezan a despegar, compra pegamento para calzado y arréglalos o te quedarás sin zapatos...

Zapatos especiales: Me refiero a zapatos que generalmente compramos para nuestros hobbies. Zapatos para hacer trecking, escalada, ciclismo, footing, etc. En estos casos, lo mejor es seguir las recomendaciones de cuidado y mantenimiento que da el fabricante. También podemos preguntar en la tienda donde los compramos o, cómo no, preguntar en los foros especializados en Internet :-)

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